Preocupados por la preocupación
Absurdo. Es un círculo más que vicioso. Todos los días vivimos con las noticias de conflictos, componendas, pactos, ataques, respondones, carajos, suplentes, alternos, posturas y lateralismos. Pero ¿y el país? se han puesto a pensar como estaríamos si hubiese ganado Alvaro Noboa, no hay que ser dotado para imaginarlo: LO MISMO, porque hubiera una mayoría en el congreso, y otra en las calles, clases políticas satisfechas y unos tantos que se sentirían traicionados, pero sería LO MISMO.
De un modo u otro parece que pasamos preocupados en preocuparnos, porque no hay un sólo día de paz con una noticia positiva, estamos más divididos que nunca, es cierto que las esperanzas de muchos se han visto oscurecidas por la falta de calidad (y claridad) de ejecución del gobierno, ¿acaso hay otra salida y otro método?, ni siquiera otra alternativa de sucesos, bien o mal es lo que tenía que pasar.
Veamos. Me perdí un poco pero aquí los hechos: tenemos un presidente "de izquierda" identificado con Chavez y similares, con un verbo único atrapado en un arranque de carrera apretado y caótico persiguiendo su socialismo del siglo 21, tenemos un congreso (o teníamos, ahora no se sabe) liderado por las MAFIAS de siempre (no nos hagamos, partidarios del congreso son los que tienen algún vínculo o favorecimiento cercano o lejano) cuidando su bolsillo y el de sus jefes y los dueños del país llorando como niños que recién descubren el fracaso y la contrariedad.
El orgullo hay que dejarlo a un lado, no estamos yendo a ningún lado, o quizás poco a poco, si hasta en este post se nota la preocupación, y no nos liberamos del nudo; un consejo, dejen que se maten, será imperceptible lo que podamos hacer así salgamos a las calles a tirar piedras, comencemos a cambiar el país desde nuestros corazones, y sí, lean bien, desde adentro sin alegorías ni sueños inalcanzables, con pequeños gestos y con confianza estas décadas hemos avanzado lento pero se han logrado cosas, estemos alertas, dejemos de pensar egoístamente y tengamos confianza. ¿Es tan difícil?.
Pensé poner los vínculos respectivos de las noticias, pero es como un deja vú. Sabemos lo que pasa y pasará.
Nada más.
(prácticamente no digo nada, pero así estamos, con ideas difuminadas y discusiones sin final, estancados, preocupados, muy preocupados.)
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8 comentarios:
Gran post. Desidia y ignorancia. Males nacionales
...y le añadiría FALTA DE IDENTIDAD si no sabemos quiénes somos, no sabremos ni descubriremos hacia donde tenemos que ir o hacia donde vamos... la solución más sencilla es iniciar nuestro HACER PAÍS por nuestra casa, trabajo, círculo de amigos a ver si así comenzamos a notar desde lo palpable un cambio sistemático, o es que acaso esperamos que nuestros políticos nos cambien la vida, JA! NUNCA...gracias Ludo por visitar y comentar..
Somos ciudadanos mediocres. Esperamos que otros nos "den haciendo".
El cambio comienza por la educación, la cultura, la libertad...
El tiempo es ahora para el cambio según la tendencia izquierdista que se flamea en sudamérica.
Pero ojo, no caigamos en la política chavista. Cada país es soberano, único, respetable, original.
Esperemos que Dios ilumine los pensamientos de los buenos (pocos) políticos que existen en nuestro país.
Ahora le toca a la ciudadanía no dejarse manosear...
Saludos cordiales.
... sí, hay que dejar la mediocridad a un lado y manejarse por la vida con responsabilidad, desde el hecho de no coimar, pagar impuestos y ser amables con el prójimo (varios ejemplos nada más) es verdad que no hay que dejarnos manosear la mente e ideales, no sé si el izquierdismo que flamea por sudamérica sea lo más conveniente para nosotros pero si nos resulta conveniente una mejor repartición de la riqueza y mayor amplitud de posibilidades, todos lo merecemos... saludos carlos julio, gracias por comentar y visitar.
Cuando se intenta definir e intentamos conceptualizar lo ¿Que es el socialismo del siglo XXI?, muchos se detienen y analizan, otros “arrugan sus rostros” preguntándose del tema y comienzan a enlazar conceptos, también, existen intelectuales (afortunadamente son muy pocos) y no por que se carezca de intelectuales, con títulos universitarios de las mejores academias nacionales y hasta con post grados, todos los días la sociedad venezolana y extranjera ve como se presentan figuras, que representaron y siguen representando intereses, que no son precisamente los nuestros, figuras que en algún momento de la historia contemporánea de nuestra patria, fueron ex embajadores, ministros, gobernadores, alcaldes, congresistas, directores, y pare usted de contar, protagonistas e integrantes de la generación política desgastada, que piensan y (se lo creen) que la mayoría del pueblo sigue siendo instrumento de ignorancia y dominación.
Algunos de estos personajes ahora con la presentación y apoyo ejemplar de algunos medios de comunicación llegan retocados como “analistas políticos” ¡waoooo, suena hasta bonito!, que ridiculizan el mero intento de transformación y evolución conceptual de la idea, de la nueva idea que piensa en el colectivo en general.
Voy a dar mis aportes para lo que (creo) debe ser “El socialismo del siglo XXI” o “Socialismo Bolivariano” que surge y se presenta como elemento arrollador que demole la tesis utópica, para echar sus raíces en suelo Venezolano y extenderse a todas aquellas naciones que agregándole las condiciones e ingredientes de sus necesidades, cultura y normas, estructuren este socialismo que es de todos, amoldándolo a su propia realidad para así dale mas fuerza y seguir construyéndolo.
Hablabando con la profesora de Ética en mi querida Universidad Bolivariana de Venezuela donde curso Estudios Jurídicos, reunidos un grupo de alumnos compañeros de clases que charlábamos con ella y decía… aquí tenemos la enorme responsabilidad de hacer realidad y aportar otros cuantos elementos de conceptualizacion de la idea de crear este Socialismo…nos comentaba también y le compre (literalmente hablando) esas palabras que nuestro socialismo es una mezcla de “Socialismo Marxista con el Socialismo Cristiano” enmarcado y ajustado a nuestra verdad Histórica, política y social.
Nuestro socialismo tiene obviamente, una fundamentacion ideológica, es que sin ideología no seria Socialismo, es obvio así como sin ideología del consumismo no se fundamentaría el capitalismo o lo que es peor su fase al neoliberalismo.
Aquí a cada rato escuchamos y leemos a personas, que dicen -con mis hijos no te metas- y acusan a todo gañote que con la nueva ley de Educación “el régimen castro-comunista” promoverá por medio de la Asamblea Nacional dicha norma para “lavarle el cerebro a sus hijos en la escuela y convertirlos en mercenarios de esta terrible dictadura”
El Socialismo Bolivariano tiene mucho camino por delante, mucha tela que cortar ya cuenta con una estructura ideológica que esta aportando y ha aprendido de los errores de practica, de ajuste, de engranaje, de tiempo, en que se han enfrascado, (con todo mi respeto) a algunos voceros, de algunas teorías del socialismo y que siguen pensando, que el Socialismo es uno solo, que es instranformable e inalienable, pero no es así.
El socialismo se construye, se modifica, se amolda, se adapta, y se ajusta a la necesidad real de cada pueblo y de cada habitante de ese pueblo, y son los pueblos y su gente, los que en mayoría lo llevan adelante.
En el capitalismo neoliberal la cosa es totalmente diferente, las reglas son otras, este busca la dominación económica como depredador y convierte al pueblo en otro tipo de capital, este, te ofrece capital (dinero), para hacerte tu esclavo, te ofrece cosas, que tu no la puedes ni necesitar, pero te hace esclavo de ella y hasta te endeudas para conseguirlo. Esto ellos los hacen de manera ideológica subconsciente, a través de los medios de masas, la gente, el pueblo, ni se entera que esta siendo usado, que esta siendo idiologizado.
Estudiante de PFG Estudios Jurídicos
Todo Socialismo plantea que la forma esencial y fundamental es la propiedad social sobre los medios de producción. Bajo este modo de producción se busca lograr una equidad entre capacidad y necesidades del trabajador. No puede existir producción capitalista y distribución socialista, ambas son totalidades concretas distintas.
Esta transición es la resolución a las contradicciones inherentes al capitalismo, siendo la mayor y determinante la propiedad privada de los medios de producción, todo lo cual define la distribución desigual de la riqueza dejando la puerta abierta a la economía de mercado. La contradicción capital-trabajo define lo esencial: la producción tiene un carácter social pero sus resultados quedan en manos privadas.
Es lo clásico. Han habido muchas reflexiones y aportes en los estudios transicionales colectivistas. Algunos piensan que ellos solos han pensado en el socialismo y que no hay historia, que partimos de la nada porque que esto que estamos construyendo es inédito. Aquí hay una historia de resistencia y perseverancia que hay que considerar en sus aciertos y desaciertos.
En esta reinvención habrá que hacerlo todo y a lo mejor el socialismo vendrá tan cambiado que no lo reconoceremos. Probablemente al socialismo que conocemos sólo le quede la opción de desaparecer como modelo para reaparecer cambiado en la praxis colectiva de lucha. Su construcción posiblemente tenga un desarrollo regional desigual, partiendo de la heterogeneidad estructural económica, social y cultural que nos signa. Sus visos podrían tener características de desborde popular, tanto en lo nacional como en lo latinoamericano. Sería parecido al “comunismo en movimiento” de Marx y Engels.
Romper las barreras clásicas implicaría hurgar sobre el ideal de la liberación social vista no como un cambio radical e inmediato sino como proceso continuo y abierto. Un aprendizaje continuo donde los explotados experimentarán formas y maneras de comenzar su propio proceso de liberación anti-capitalista.
En los momentos de la Venezuela actual hay una contradicción notoria en cuanto a la puesta en práctica de las tareas de construcción socialista: pareciera que “los que pueden, no quieren (chavismo adeco y demás funcionarios funcionales) y los que quieren, no pueden" (por falta de capacidad y poder de decisión) Hay un peligro real que la cosa quede como un slogan donde todo es “socialismo a lo Siglo 21” dentro del orden inofensivo, pragmático y billetero. El otro extremo tampoco es búsqueda, sólo un cliché ortodoxo, repetitivo y anacrónico.
Esto sin profundizar en el problema de burocracia y corrupción que individualidades y partidos poseen y que reproducen la rancia división entre ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda. Con privilegios y altos salarios difícilmente estos intermediarios políticos quieran un cambio radical y socialista. En el fondo aman y se acostumbran a la vida cómoda que da el capital a sus servidores inofensivos. Hay una actitud en el liderazgo central que combina la retórica del cambio con la actitud conservadora de que todo siga igual, cambiando formas sin destruir contenidos, para que poco cambie la esencia. Para muchos obra la maquinaria, la cooptación funcional, el silencio para no perder la cuota burocrática de poder.
Un balance de “los años gloriosos de los 60” es que parte de la derrota fue teórica. Se mecanizó y se copió fórmulas y modelos al margen de las condiciones histórico-concretas, lo que condujo a ignorar las particularidades e idiosincrasia de nuestro pueblo. Venezuela es desordenada, bonachona, sincrética. Nuestra identidad es imposible de definir. Acá compramos lo que nos vendan en cualquier parte del mundo. Lo usamos y nos aburrimos al mes y seguimos huérfanos de esa identidad a la cual se nos quiere centrar con la retórica de la tradición y de un pasado glorioso que nosotros no vivimos. La realidad es que somos diversos y con poca homogeneidad histórica. Podría ser que para algunos su identidad es no tener identidad. En todo caso, sería más conveniente hablar de identidades. Por eso es tan importante desentrañar los mosaicos regionales y locales con que nos identificamos, sólo así lograremos un programa real que contribuya a la unidad en la diversidad. De este esfuerzo saldrá una variedad de formas organizativas, pues habrán diferentes niveles de conciencia y se valorará cada aporte al proceso por muy humilde que parezca.
La constante es motivar la discusión, dejar el temor a que te descalifiquen, hay que denunciar, opinar, producir, con criterios de unidad-lucha-unidad. Sin pensamiento crítico no hay Socialismo que valga. Se trata de expandir la crítica y profundizar los espacios de discusión. En estas discusiones, que mucho tendrán de digresiones en un inicio, hay que asumir la complejidad sin romanticismos panfletarios. Vernos en un espejo y hacernos grandes preguntas.
En América Latina se plantearon búsquedas originales, se obtuvieron experiencias, se materializaron ideas en condiciones específicas y momentos históricos determinados. Parte de la atomización de la izquierda fue que cada tendencia reclamó para sí una versión del "Socialismo", una manera de leer la realidad, un modo de asumir el marxismo, una visión de lo político que conectara con un programa estratégico.
Algunos consideran que la nueva sociedad es un constructo, un proceso constante de “revolución permanente” donde con el hacer se van descubriendo resultados y otras posibilidades de avanzar. Como lo decía de manera sencilla el Ché: “Cuando lo extraordinario se convierte en cotidiano hay revolución”.
En estos planteamientos sobre “el socialismo de ahora” la mayoría escribe sólo lo que no quiere que sea. Se escenifica como nuevo un discurso, toda una retórica afincada en la eticidad, lo colectivo, lo democrático y eso está harto dicho por los clásicos. El escritor Heinz Dieterich, con todas las distancias que podríamos tener como latinoamericanos, por lo menos tiene algo sobre el valor de la mercancía partiendo de la evolución que ha tenido la informática, teoría que ha tomado de las llamadas escuelas holandesa y alemana.
Circunstancialmente, una parte de los grupos avanzados que están con el proceso bolivariano considera que de las experiencias socialistas pasadas ninguna es apta para imitar o tomar como modelo. Aunque no todas las prácticas del Socialismo europeo fueron similares, pero ninguna pudo evadir ser permeada por el capital. Los intentos de transformar radicalmente la lógica del capital llevan varios siglos sin lograr mayor cosa. Esta capacidad de auto-reproducción del capitalismo como lógica de la sociedad sigue siendo clave para reflexionar para cualquiera que se proponga realizar cambios radicales.
Algo tan grosero como el “Socialismo de mercado” parece ser la proposición dominante. La experiencia reciente de China y Vietnam se despliega tomando como supuesto el de “dejar hacer al mercado”, con la idea de que las fuerzas del mercado conducidas pueden crear las bases materiales para la transformación socialista. Bajo la concepción de socialismo de mercado, se considera la economía socialista como una modalidad de economía mercantil, que se desempeña sobre la base de las leyes de la competencia del mercado.
Pablo González Casanova, analizando los resultados de la experiencia vietnamita nos dice: “Hoy, en Vietnam la «política de ajuste» lleva a la creación de empresas privadas, a la ampliación de empresas agrícolas privadas, al «mercado libre» controlado por los monopolios, a la supresión de las subvenciones al consumo, al «adelgazamiento» del sector público, a una legislación «muy liberal» con las inversiones extranjeras...”. El capital tiene sus comportamientos independientemente de las intenciones con que se instrumente.
En estas nuevas construcciones una lógica a superar es la visión etapista, según la cual bajo la excusa de que el capitalismo “siempre significaba un avance contra las economías atrasadas de los países periféricos”, no se dudó en defender el necesario papel de las llamadas burguesías nacionales. Esta tendencia, inspirada en Stalin, es una visión economicista, con todas las connotaciones implícitas en ella. Entre las cuales se considera prioritario el avance de las fuerzas productivas pues ellas harían crecer al proletariado, fuerza hegemónica que destruiría al capitalismo. Mientras tanto habría que financiar y proteger a una supuesta “burguesía nacional” cuyo rol sería la competencia con el monopolio lo que la convertiría en “antiimperialista”. Lógica discutible en los momentos de un capitalismo global e interdependiente. Substancialmente la pequeña y mediana burguesía aspira a convertirse en gran burguesía, cuyo objetivo fundamental es obtener la máxima ganancia, de tal forma que el patriotismo antiimperialista de estos sectores existe sólo en la medida en que sus intereses y aspiraciones de clase se vean afectados o amenazados por los planes expansionistas, concentradores y monopolizadores de los capitales transnacionales.
Más allá de estas lógicas etapistas, la nueva sociedad a construir estaría interpretada como la máxima posibilidad de organizar nuestras vidas. Esto tendría que ver. Entre otras cosas, con la autodeterminación, la organización social y la promoción de las fuerzas productivas, no necesariamente desarrolladas por la burguesía. Su organicidad democrática parte de cuatro vertientes:
- La Económica, dada por el desarrollo de las fuerzas productivas (desarrollo endógeno y sus prácticas experimentales de cogestión, autogestión, corresponsabilidad, cooperativismo, etc.)
- La Cultural dada por el cambio de modo de vida (otra racionalidad, cambios de patrones de consumo, sentimiento colectivo, construcción de la subjetividad socialista, etc.)
- La integración social y ética que privilegia al Poder Popular, la autonomía de clase y la formación del nuevo ciudadano.
- La Militar que representa la defensa de nuestra comunidad (Unidad cívico-militar, reservas, milicias activas de autodefensa, preparación masiva de guerra asimétrica, inteligencia social, etc.)
- La Política que implicaría organizar democráticamente estas vertientes, con un predominio horizontal y superando los contenidos históricos utilizados por las clases dominantes.
Entre los objetivos estratégicos en esta etapa histórica estaría el Autogobierno, con ejercicio directo de la soberanía popular en lo político. La autogestión, que resuelva problemas fundamentales del pueblo. La descentralización hacia lo popular como elemento contrario a la descentralización neoliberal que debilita al Estado. Coordinación en lo económico con acuerdos concretos hacia la integración latinoamericana y con otros pueblos del mundo, pues en condiciones de globalización y unipolaridad la revolución no es posible en un sólo país. Nuestro deambular sería el paso de las necesidades a la libertad, bajo el ideal de un nuevo modelo civilizatorio mundial.
Aún con estas precisiones los referentes ha seguir en la construcción socialista no son fáciles de discriminar. El mismo Fidel Castro, en sus últimas intervenciones, reflexionó sobre la posibilidad de que se pierda la revolución cubana. Algunos de los obstáculos que observa tienen que ver con el hombre en la construcción socialista: “El hombre nace egoísta, porque la naturaleza le impone los instintos...la educación (ideológica) impone las virtudes” dice el discurso. ¿Pero en qué grado y en qué condiciones? La evidencia empírica parece indicar que la idea del homo novus sólo es válida para las masas en fases transitorias o condiciones de excepción; para estados prolongados sólo es válida para minorías. Posiblemente un 10 o 15% de una población nacional. Esto por el hecho de que una sociedad no es una realidad fractal, sino una infinidad de sistemas dinámicos complejos que no se dejan organizar ni se autoorganízan de manera invariante a toda escala, para cumplir con las fantasías neoplatónicas de los homines novi de San Agustín. En otro aparte, Fidel analiza otro problema clave: “Creer que alguien sabía de socialismo, fue nuestro error más grave”, dice el Comandante. Si no había fuente de conocimiento auténtico sobre la construcción del socialismo, ¿cuáles son las que hoy existen? Y, ¿qué tipo de sociedad fue la que nació de esta génesis?. A estas alturas, son preguntas bien planteadas que sacuden la ortodoxia. En ese contexto, un gran horizonte se abre y posiblemente el camino sea más rico y esplendoroso que la misma meta.
Saludos, estimado Miguelangel Zambrano, como decía anteriormente en mi post no planteo ninguna postura sino más bien es un reflejo de la situación actual preocupante que aún no nos muestra una salida... agradezco mucho tu comentario y lo valoro (es más con tu permiso y en base a lo que escribes elaboraré un nuevo post) porque es parte de una conversación muy importante y más aún de alguien que está desde dentro de un país que ya tiene algunos años luchando por implementar algo similar a lo que se busca en Ecuador, y ha servido de referente y piedra de apoyo para ojalá por fin instaurar un nuevo orden de igualdad de derechos, gracias por visitar y comentar, por cosas como esta es que soy tan asiduo de los blogs...
La verdad me he quedado sin palabras con los comentarios vertidos , no por la impresion no por sorprecion, de hecho estoy a favor de los 2 ultimos escritos de nuestros amigos venezolanos la verdad al leerlo me instrui mucho y llene mi cabeza recopilando mas informacion acerca de esta situacion a la que siempre e estado de acuerdo y apoyare hasta el final, repito estos comentarios mi instruyeron mas de lo que sabia y cocechan en mi mas seguridad para decirle si al cambio y a la revolucion bolivariana.
en fin no estoy de acuerdo con algunas opiniones .
y creo definitivamnete que ya es hora de secularizar todas estas cuestiones que nos es de interes comun.
solo asi podemos seguir progresando sin el mistisismo y la fabula
o como mi hermano y yo le decimos este neo oscurantismo.
en fin sin animo de ofender no se pide abandonar la fe, la gente tiene el derecho a tenerla y seguir cada cual su fe como yo la tengo con mis pares, familiares y dios, ...por que!!! no dios!!!.
en fin yo creo que ya es hora de no detener lo inevitable de seguir con este cambio desintegrar las mafias de siempre que controlan nuestro pais y hacer amistad con los paises de latinoamerica por que solo asi podemos salir adelante .
sin ayuda de regimenes noe-liberalistas con los que hemos sufrido por muchos años.
ya es hora de abofetear al que se merece, escupir en la cara al que te lastima y aceptar lo que se viene que va a ser un buen cambio a favor de todos.
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