Dinosaurios con plumas y Beth Gibbons
La única certeza de estos tiempos es que nuestra imaginación nunca imaginó las grandes cosas que nos depararía la historia (la vida). Nos encanta hurgar, escarbar, desenterrar y descubrir, sólo para regocijarnos y a veces escupir al aire.
Imagino un pequeño punto de fuego en el cielo que demoró unas cuantas horas en convertirse en el primer infierno y acá abajo fantásticos dinosaurios volando, saltando, cazando, desarrollando pulmones y visión nocturna. Cortejándose con graciosas plumas y exagerados cuernos, proyectando desde sus pechos desdibujados arcoiris, alineándose y cantando necias canciones de despedida, lo sabían.
Hoy en día estamos tan ocupados viendo el horizonte y lo que haya en medio (e incluso hacia abajo), que un nuevo punto de fuego podrá aparecer en el cielo y no lo notaremos.
Somos como esos dinosaurios excéntricos, desafiantes, sólo que tal vez nuestros vestigios no serán tan interesantes.
Estamos emocionados con la llegada del Tercero de Portishead, y ellos reaparecen con las mismas viejas mañas, que le hacen causar verguenza a cientos de bandas maquilladas y con sus dunks de colores.
Antes de esto, antes de la esponja de la Winehouse, antes de todo esto, ya teníamos entre nosotros orgullosos dinosaurios emplumados, perfectos, reliquias caminantes aprovechando que ahora ya es posible evitar la muerte: inmortalizando su creación.
Soul, blues, o nada de eso. Las etiquetas limitan. Sensaciones, sentimientos, dudas, miedos, oscuridad, los únicos colores posibles son un lustrado dorado de imitación y el viejo violeta de mortal lujo. Vibrante. Funciona en el 1890 como en el 2040. Melódico. No es oscuro, es la claridad a la antigua. Al natural.
Beth Gibbons y Rustin Man (Paul Webb) componiendo dentro de una timemachine análoga, Out of Season, era el 2002 y lanzaron unos de los mejores álbumes que han nacido desde que contamos de nuevo 01, 02... pero inevitablemente siguen envejeciendo. Seguimos envejeciendo
God knows how I adore life
When the wind turns on the shores lies another day
I cannot ask for more
(Les dejo un link de descarga del álbum, comprado en la época en que habían tiendas de discos en Guayaquil, encontrado en la caja de los descuentos al lado de Los Iracundos, Sandro, y The Cars, bendita manía de revisar siempre aquella caja) (y lo de siempre, el link estará disponible algunos días, para volver a subir el álbum por favor pedirlo en la caja de comentarios)