martes, 26 de diciembre de 2006

Intentos y desafíos

¿Qué es ser valiente?.
Acaso ir por el mundo enarbolando banderas hechas con harapos de tus antiguas vestimentas.
Estar en una constante contra de lo habitual, de lo "normal", de lo tradicional, de lo pacífico.
Todo cambia, todo te lastima, no hay que morir para sentir que te has suicidado, no hay que mentir para sentir que lo has perdido todo, sin aun perderlo.
Aprendes grandes lecciones de los más pequeños y lindos momentos, y te sientes basura, pero hay quienes te quieren porque aprendieron a ver a través de ti y receptar tus vibraciones básicas. Nadie intuye que te has equivocado, nadie lo sabe, y al fin ya no estas solo.
Penosamente se debe tocar fondo en varios aspectos para hundirte en la pérdida, en la soledad, en la vacuidad. Dislumbras al fondo una esperanza, pero recorres ese tramo abrasivo con miedo y pudor. No hay nada más espantoso que verte desnudo con piel transparente observando trágicamente que aún en el olvido los intestinos siguen trabajando sin tu fuerza, el corazón late igual sin tu alma.
Creo que la verdadera esperanza llega con un calor vital; el miedo sigue ahi, vigilante, mudo, estás a prueba y lo sabes.
Después de la larga noche un brazo rodeándote sin palabras te avisa que te ha sido concedida una oportunidad de seguir viviendo. Suspiras y agradeces. En mis manos y voluntad está abandonar la estúpida dependencia a la pausa y comprendo que debo dedicarme a repintar mi piel, por suerte aun recuerdo que colores mezclar, el conocimiento y el amor en estado de pureza quedaron intactos. Una vez más, gracias. Uso el amor como un puente.

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