lunes, 29 de enero de 2007

La naturaleza a la que no pertenecemos

Estamos sumergidos en el caos, es indiscutible. Vivimos en la subcultura del conflicto y del rechazo, no avanzamos ni dejamos avanzar, nada nos parece bien, nada nos conforma.

Y mientras todo esto sucede nos mantenemos estancados como sociedad; carentes de conciencia, de cultura, incluso de simple lógica.Como conglomerado humano difícilmente podemos querer o pretender ser parte de la naturaleza, ni siquiera nos asemejamos a un sistema.

Como respuesta a todo esto habemos individuos que somos un poco más sensibles a toda esta maraña caótica y enfermiza de egoísmo y retroceso que nos invade a los ecuatorianos, aunque nos quita un poco de tranquilidad procuramos al mínimo tratar de dilucidar que nos depara el destino o cual es nuestra alternativa para sobrevivir (nosotros y nuestros sueños).


Les presento un artículo de un futuro colaborador de este blog (el título lo puse yo).


"La naturaleza a la que no pertenecemos"
Por Franklin Chambers G.


Seguramente la mayoría de los columnistas viven en la superficialidad de la vida, que por cierto esta en plenitud en estos tiempos; pero cabe recalcar que si bien la gran mayoría no puede, ni entiende lo que esta pasando en América Latina, quieren arraigarse al mismo esquema sin nunca pensar en lo que escriben.
Es tan complejo el pensamiento del común denominador ecuatoriano que les incomoda el hecho de que alguien tenga otro sistema de gobernar. No entiendo por que los medios permiten que los editorialistas comiencen a tirar cualquier cosa que piensan sin ver las consecuencias, y más que nada si nunca antes han pasado las peripecias de la vida humilde, ya que solamente escriben por que es su trabajo, pero seguro que nadie tiene antecedentes humildes que los haga escribir con conciencia y sobre todo ver objetivamente lo que pasa con la realidad. Y me tomo el atrevimiento de decir: ¿es que a nadie en Ecuador le interesa nada?, solo son individualistas, no piensan que existe un colectivo, y que eso se requiere para que pueda funcionar un país.
Es como la naturaleza. Cualquier mamífero, planta o insecto se necesitan mutuamente para poder subsistir ya que unos dependen de la otros para vivir; en este caso en el único país en que nadie necesita de nadie es Ecuador, a la gente le importa un comino lo que le pase al otro -si no me molesta que me importa-.
Por eso tal vez digo que no vamos a salir adelante ya a que ninguno le interesa hacer nada para el bien colectivo.
Es tan sabio el poder divino que los únicos seres que dependen, sea directa o indirectamente, existen en la naturaleza, los únicos que no dependemos de nadie somos los humanos. Ahí tal vez radica el problema de la humanidad en especial en Ecuador.

Llegar a saber que la felicidad existe; esa sería la normalidad del humano.
Pero teniéndonos rodeados de tanta superficialidad (desde épocas antiguas) la gran dificultad del individuo es tratar de entender como cumplir con esa meta casi inalcanzable sin dejarse doblegar por los viejos esquemas que estrechan cada vez más el sentimiento de dicha en nuestra vida.

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