La Provincia de Santa Elena

Mientras cientos de peninsulares pernoctan en Quito a la espera del decreto y aprobación de la provincialización de Santa Elena, en Guayaquil (el concepto de "Guayas" no se aplica aquí) las personas repiten discursos y de una u otra manera entran en un juego donde se está apostando mucho más que el sentido de "unidad" del Gran Guayas.

Desde la ciudad es muy fácil decir que las playas siempre han sido nuestras (de los guayacos), que si ellos (los peninsulares) subsisten es gracias a las inversiones que ahí se realizan (que no son tantas) y que el turismo carnavalero es vital para los malagradecidos cholos (¿en el correcto uso de la palabra?).

Y una vez más disputas, divisiones, pugnas de intereses económicos disfrazados de nacionalismos (¿o provincialismos?) mantienen a las personas en la incertidumbre de adherirse a uno de los bandos o simplemente ignorar la situación.
Pero la importancia del tema es indiscutible porque la península de Santa Elena, podría ser muy próspera más allá de Salinas con sus edificios y su estatus snobista de "ciudad satélite"; pesca, cultivos, producción de sal, turismo son unos cuantos elementos que explotados y administrados debidamente podrían sacar a la población de la pobreza e ignorancia en la que están sumergidos. Es simple: educación, salud y trabajo. No sólo de carreteras se subsiste.

Pero al parecer ese panorama rústico les parece pintoresco o conveniente a los líderes políticos, que excitados por su asunción cívica y las ganas de servir, se convierten en detractores de la propuesta, ¡que va!, los oriundos no saben de sus necesidades.

Para muestra de la situación basta una frase recogida al azar de Diario EL Universo:

(...) Pedro Almeida Morán (PSP) pidió disculpas por no votar por la provincialización y reveló que su posición obedece a un pedido que le hicieron sus hijos que viven en Guayaquil. “Primero están mis hijos, por eso voy a abstenerme” (...)

A continuación una colaboración de Franklin Chambers:

Sobre la Provincialización de Santa Elena

Ahora la coyuntura se ve entorno a la propuesta de provincialización de Santa Elena, en esta foto se ve claramente como la gente de este cantón (los verdaderos habitantes) reclaman para que sea provincia, por otro lado se ve a la "otra gente" en este caso de Guayaquil, protestando en contra.
Esto es el típico caso de mandato popular versus intereses personales, y me refiero a todos los guayaquileños que protestan en contra de los deseos de los pobladores de la península.

Estos son los "argumentos" de los guayacos, lo que dicen cuando les preguntan por que no quieren la provincialización -ya que los periódicos no dicen lo que piensa cada parte - :

- Es que despue she queda chiquita el guaya...
- Uy sabe, es que me dicen que depue el guaya se queda sin playa, yo si quiero tener playa...
- Por que si!!

Y algunos hasta dicen:
- Yo no quiero que ellos -la gente que vive ahí- controlen nada... te imaginas esos cholos ignorantes que harán después con la plata...

Ciertamente no se. Hago esta broma relacionada con el tema por que de verdad es difícil saber porqué no quieren, si igual todos somos del mismo país.
Aunque pensándolo bien: se recorta el presupuesto para Guayas si se logra la separación, y una parte de los recursos sería para la nueva provincia.
Y que extraño, el primero en saltar fue el excelentísimo Nicolás Lapentti, y eso que el cantón Santa Elena desde que yo tengo razón ha cambiado en muy poca cosa mientras este señor ha estado a cargo de la prefectura, la concesión de carreteras y de todos los espacios públicos de la provincia.

Dos cosas:
1.- ¿Será que al señor Lapentti se le acabó el tiempo de ser cría?, ya que tiene que soltar la teta del animal para así darse paso a que busque su propia comida, ¿o es que quiere ser cría para siempre?.
2.- ¿Será que vela por los intereses del pueblo? -esta suposición es la menos verdad-, ya que si lo hiciera realmente por el pueblo les dejaría que sean provincia, o por lo menos diera un indicio a favor de la autonomía.
Aquí claramente se ve el contraste de intereses entre la gente que verdaderamente vive en este cantón, y la gente guayaquileña que dice que sería malo separarse de la península.

Hay dos realidades: la de quienes pertenecen al sector (y están en la mierda, y eso es verdad); y la otra de los que dicen que están bien, que no pasa na', por que ellos no viven ahí.
¡Y que mierda van saber! si solo ensuciamos las playas, nos morimos ahogados por borrachos, y vamos a Montañita a drogarnos cojudamente, eso es lo único que sabe la gente de Guayaquil, nada más, desconocen que la gente vive hacinada, que a veces no tienen comida, no existen indicios de cultura, que tan rica era en el sector: Valdivia, Los Mantas, Machalilla, Huancavilcas y demás.
Con la provincialización, ellos como comunas decidirán el mejor porvenir para toda su península, además el "billete" se lo quedan ellos, no la provincia del Guayas.

Ya es hora de la reinvidicación de los pueblos originarios. Ojalá que se vialice la provincialización de lo contrario creo que la gente de Santa Elena buscará los medios de hacerse escuchar (más allá de paralizaciones y cierres de carreteras, perjudiciales para todos), es tiempo que se sepa que sí existen necesidades, muchas más de las que creen los guayaquileños.




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