Lejanos

Veo pasar la historia vieja
y no comprendo que:
siento rutinas instantáneas
invadiéndome.
¡No!
No trato de pensar
que estoi sumergido
e intento vigilar mi propio camino
(¿mi propio camino?).
Estoi hecho de sal,
estoi hecho de miel
y la lluvia ya viene.
Estoi hecho de carne gris
y no dejo de crecer.
Un mundo de metal
procesándome.
Huyo de tu mal
trato de estar de pie
no busco escapar,
¡quiero enfrentarte!
Estoi hecho de sal,
estoi hecho de miel...
y ya viene.

¿Existe realmente un plan divino para nosotros la creación a imagen y semejanza?... Todo lo que nos convierte en malos surge del mismo lugar de lo que nos convierte en santos. Si hay todo un universo que nos contempla "maravillados" ¿porque no impiden nuestra destrucción?, somos seres que nos autoconsumimos, que pasamos de ser elegidos a ser condenados a ver pasar la vida a través de un vehículo que se agota y que envejece, somos fugaces ante la inmensidad del cosmos, somos diminutos ante un cielo que se nos antoja lejano. hemos progresado ante nuestros propios ojos, creamos fantasías sin vida (que coleccionamos con entusiasmo), desconocemos aún el motivo de nuestra presencia, de nuestra falta de autoridad, fuimos abandonados con un cerebro ávido de empaparse de vivencias, luego tocamos fondo, sentimos la necesidad de un cambio pero siempre, casi siempre terminamos siendo seducidos por nuestra propia humanidad, nuestro intento de creación, nuestro remedo de sistema (en el caso de que exista una vida paralela allá arriba, en el caso de exista un arriba) y así somos empujados a una vida, hay quienes hablan de sueños, de consumación de deseos, de liberación del cuerpo, de nutrición del alma, pero realmente son todos escapes para sentirnos bien o quizás engañarnos creyendo en lo intangible, y si somos un capricho de un poder inmenso que al tratar de inducirnos libertad no se dio cuenta que aunque procuremos la eternidad el simple hecho de sabernos transitorios nos lleva a aferrarnos a alimentar lo único que tenemos cierto: estamos vivos, aunque no por mucho tiempo (esta última frase no recuerdo donde la leí).