Pasos

Aunque no lo demostré (o no lo hice como debería) aún sigo asombrado/feliz por ver a mi hija dar sus primeros 5 pasos sin caerse.

Recorrió esa ruta hacia mí y me miró orgullosa antes de lanzarse al piso a gatear hacia la pared más cercana.

Y eso me hizo sentir profundamente "presente" en el momento que vivía. Oh no -pensé- luego de esto querrá irse a una fiesta con sus amigas y luego de eso comencé a proyectar mis años de 20 en 20 y a relacionarlos con la edad de la pequeña Valeria.

Cuando yo tenga 40 ella tendrá 15. Y así sucesivamente.

Es una gran responsabilidad criarla fuerte, sin dependencias, sin debilidades y aún así sana e íntegra y sobre todo inocente. Y una vez más estoi ligeramente asustado (y ansioso) por los días que nos esperan a Carolina y a mi. Pasos. Luego dará saltos, luego hará viajes y tal vez algún día nos deje solos a los dos.

Y todos estos pensamientos llegaron y se desvanecieron automáticamente en menos del minuto en que Valeria nuevamente se lanzó a la aventura de dar pasitos. Esta vez fueron 4.

Y así está el mundo señores, avanzando, paso a paso. Todo reinicia, todo se adapta, todos crecen, todos avanzamos. Y aunque no lo demuestre estoi tranquilo, es más fácil andar sin tanta carga, sólo yo se que las ideas y proyectos (muchos de los cuáles tienen que ver con dinero y negocios) si son firmes y adquieren la forma de semillas germinarán en cualquier suelo fertilizado por los ya soñados anhelos.

Sabía yo que las sonrisas más reales son las que se quedan en una mueca sencilla. Hora de abrir las persianas que todo está muy hermoso afuera, yo no me dejaré vencer por la apatía, ya lo verán, mientras tanto me dedicaré a disfrutar todo esto que sigue siendo nuevo.

Ser ligero y estar tranquilo. Estar ligero y ser triste, parece lo mismo pero no lo es. Dual y feliz. Este es el nuevo automatismo. Luego de la misión cumplida ya puedo avanzar sólo, como Valeria.