Larga vida a los autómatas

Luego de mi exposición (primera y ojalá no única) el trabajo me absorbió por completo. ¿Inevitable verdad?. Hay que comprar, vender, trabajar, reír, salir y consumir, sin que necesariamente en eso radique la felicidad, pero esas son las circunstancias actuales. Es la época (la histórica y la del año).

Y también ya estoi un poco cansado de usar este espacio como pañuelo de frustraciones o muro de contención. Pero no se preocupen (si es que acaso alguien lee) no lo abandonaré... sólo que no quiero subir impulsivamente cualquier incoherencia con el afán de cumplir con "mi motivación personal" y toda esa parafernalia de la que nos solemos envolver las personas que nos "creemos" diferentes. Ja! y eso es un tema muy largo, porque está el creerse y el saberse. Yo SE que en cualquier momento regresará la disposición y las ideas se vincularán y crecerán, como lo han venido haciendo estos 25 años que se terminan.

Respirar es importante también. Ser feliz aún más.
Y ese remordimiento oculto de saber que te estás desperdiciando de un modo u otro está desapareciendo: ¿madurez?, ¿desasosiego?. Nada de eso, cuestión de prioridades.

Todo es una extraña película donde personajes aparecen y desaparecen (créanme es así), y de ser cosas reales en cuestión de segundos son recuerdos, y eso me dejó desconcertado. No fue pena, no fue compasión, fue una situación muy rara en donde una persona simplemente se desvaneció físicamente pero sigue ahí con sus "hazañas" como si nada hubiera ocurrido.
Estaba por el segundo párrafo de este post cuando me enteré de la noticia, simplemente saltó de un tercer piso y listo, su nombre fue alimento de la sección sucesos del diario. Vaya ahí Gallinazo. Fade out.

Regresando al tema, es extraño ver que de cierto modo engordamos a través de sueños y si estos se vuelven improbables o inalcanzables (o te vuelves real/mediocre) pierdes parte de tu esencia, y hay que recuperarla (o rellenarla, o cambiar de motor).

Porque los recuerdos también se forman de los hechos que nunca ocurrieron, la vida se alimenta de proyectos y hay que saber mantenerse en el personaje.

Larga vida a los autómatas de corazón que se dejan vencer de sus propios sueños y lo aceptan, me descubrí aconsejando, me descubrí frustrado, me descubrí con razón. Descubrí que ciertas cosas que algún día dije a la ligera y con coraje fueron vaticinios que ahora ocurren. Descubrí que tuve la razón en muchas cosas y que no siempre la familia es buena consejera (aunque siga cargando sobre los hombros el peso de la pena de ver todas sus visiones y problemas sin solución aparente).

Qué me queda. Pues vivir con alegría y proyectar mi sombra un poco más lejos, un nuevo camino o una extensión del mismo, sigo aquí interpretándome aunque en el fondo sé que ya no me ata la necesidad (esto tal vez no lo entiendan, pero así mismo es). Ese "las cosas ocurren por algo" se me antoja irreal, mundano.

No, nada malo ocurre, pero todo se siente más cálido y apabullante y a la vez sin importancia, y es que ya está ocurriendo, hoy es hoy y mañana quién sabe. Y listo, de eso se trata o al menos así lo he comprendido.