jueves, 22 de octubre de 2009

Playlist 2007-2009, Grandes éxitos en el arte contemporáneo del Ecuador



Más arte contemporáneo en la Bienal de Cuenca (click en la imagen para agrandar).

Vía: Río Revuelto

(blog sobre Artículos y Ensayos relativos al Arte Contemporáneo en el Ecuador, con especial énfasis en lo que sucede en Guayaquil)

Los diálogos entre las obras reunidas en Playlist son sin dudarlo mucho más imbricados que los sugeridos y activados en este catálogo, comenzando por algunos paralelismos en los recursos formales y en el empleo de determinados medios: vemos por ejemplo como la caligrafía deviene en dibujo rebosante de subjetividad en Manuela Ribadeneira, Karina Skvirsky y Estefanía Peñafiel, o cómo la obra de esta última comparte estrategias conceptuales con la de Óscar Santillán.

Establecemos vínculos además en las sintonías que existen en sus contenidos: obras que exploran horizontes de contraste similares de distintas formas; uno de ellos –el sustrato ideología- se presenta como una de las problemáticas centrales de este período histórico: trabajos como los de Juan Carlos León, Graciela Guerrero, Saidel Brito y X. Andrade están atravesados por este tema. Resulta interesante notar además la necesidad que existe de trabajar a partir de miradas ajenas y perspectivas ancladas en un pasado lejano, como lo han hecho León y Peñafiel, o, en el otro extremo, de la memoria de la propia infancia como vemos en Pamela Hurtado, Fernando Falconí y Skvirsky. En otro orden de cosas llama la atención cómo Pablo Cardoso e Ilich Castillo han explorado ideas sobre las trampas de la representación y el peso de la mediación tecnológica sobre la experiencia individual por caminos tan disímiles pero en el fondo relacionados.

En la muestra se percibe también un impulso por delinear nuestros rasgos marginales con una personalidad propia, muchas veces a partir de estéticas cuyas fuentes están vinculadas a la cultura popular, encerrando mensajes con pertinencia local, y que a pesar de poder comunicar con elocuencia en otros contextos hablan claramente desde Ecuador, convirtiendo el lugar de donde surgen estas derivas creativas en un centro propio sin complejos de periferia, como se desprende del trabajo de Wilson Paccha, Stéfano Rubira, Gabriela Chérrez, X. Andrade, Graciela Guerrero o Miguel Alvear.

Este tipo de observaciones se pueden multiplicar en el recorrido y por ello la muestra postula un ejercicio receptor indagador y crítico, esperando que cada visitante pueda hilar sus propias relaciones, interpretaciones e historias: camino expedito al espectador emancipado, usando el término de Rancière.

En los días en que terminaba este texto cayó en mis manos de manera fortuita un ejemplar de la popular guía para viajeros Lonely Planet, en la que se resumía atinadamente la “psiquis nacional”: “La mayoría de los ecuatorianos tiene tres cosas en común: orgullo en la riqueza natural de su país (tanto por su belleza como por sus recursos); desdén por los políticos corruptos que prometen redistribuir esa riqueza pero continúan embolsándosela; y la presencia de un pariente en otro país […] A partir de esto la psiquis se difumina, y la actitud del individuo se vuelve un asunto de altitud”[4]. Pensé de inmediato en esta exposición y en la manera como éste comentario se veía simbólicamente reflejado y radicalmente complejizado en su interior.

Queda claro en esta selección que el panorama de las artes visuales en el país es sumamente amplio. Aquello reafirmó mi propósito de alejarme del rebuscamiento temático y el firulete intelectual muchas veces restrictivo de algunas agendas curatoriales o formatos de bienal. Me pregunto si como comisarios procuramos en estos eventos dar cuenta del universo de lo que realmente ocurre en el arte, o preferimos situar obra que ilustre y verifique un enunciado prefijado. Prefiero, como ya he señalado, dejar campo libre a un guión abierto a distintas posibilidades y que la muestra -chupando como sanguijuela algo de atención en el contexto de la Bienal de Cuenca-, pueda interpretarse como un intento –fallido, tal vez, pero sincero- de dar cuerpo a una escena viva. Presione PLAY para empezar a escuchar.


Rodolfo Kronfle Chambers
Guayaquil, julio-agosto del 2009
Algunas imágenes de las obras participantes:








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