lunes, 19 de octubre de 2009

Let's make the music of childhood: El Colectivo Animal


Sigo con la tendencia de reseñar lo mejor de la década musical (según mi gusto personal, vale recalcar), y para los que andan en las mismas, sabrán cómo en los sitios especializados ubican a cualquiera de los últimos 2 discos de Animal Collective entre lo mejor de estos años.

Conocí al Colectivo Animal (Panda Bear, Geologist, Portner y muchos más) recién hace unos 3 años, pero fue a comienzos de este 2009 cuando dí con "Spirit They're Gone, Spirit They've Vanished", algo así como el primer disco en formato banda firmado por estos músicos experimentales.

Pues este "Spirit They're Gone, Spirit They've Vanished", puntúa como otro de esos discos esenciales, tiene todas esas características que tanto nos gustan: guiños al sonido de los 60´s, el espíritu de los 70´s, acercamiento folk con intrumentalización sintetizada, secuencias de feedback, voces ultrafiltradas, letras surrealistas, lindas melodías pop y un dejo de libertad creativa sin las ahora tan usuales aspiraciones a mantenerte dentro de la etiqueta de turno.

Someone’s soul
Into 20 years
In spirit they’ve vanished
And I’ll show you why

Lanzado en el 2000 (y definitivamente mejor que el Merriweather Post Pavilion), es una manifestación post-adolescente, con canciones que te obligan a detenerte por segundos para asimilarlas debido a sus constantes quiebres anímicos y la inclusión de líneas instrumentales que en cualquier momento se unen en lindas armonías, rupturas y cambios de ritmo, rayando incluso es unos oportunos momentos de ruido.

Lo que diferencia a este álbum, de los que serían sus sucesores más famosos, es que que aquí lo primordial es la canción en sí, no importando lo extraña o hiperinfluenciada que sea, pero, alejándose de las estructuras habituales.

Contruido a partir de la excelente percusión de de nuestro amigo Oso Panda, crece en espiral a través de sintetizadores, secuencias de instrumentos más tradicionales como el piano y la voz (manejada como un instrumento más al cual filtrar y procesar), y se mantiene lúdicamente a través de la temática del álbum: algo así como una despedida a la fantasía de la niñez (la canción #1 del disco funciona como una especie de manifiesto) y la búsqueda eterna de ese estado mental/emocional.

Bien podría representar a toda la posterior búsqueda sonora que destacó en esta década, donde lo "indie" dejó de ser la simple descripción de tu entorno y alcance como banda (independiente de sellos multinacionale)s, para pasar a ser algo así como la etiqueta infaltable, la piedra filosofal que amalgamaría estilos y tendencias de junturas impensables.

-Phantom, please put on my make-up!
I am breathin’, I’ll keep callin’
-Phantom, you’re all white and naked!
Have your baby, I’ll keep callin’
-I’m not right, I’m not fakin’!
I am burnin’, and I’m shakin’
-April, no, it’s just a spirit

El espíritu de toda la música de eras doradas que muchos no vivimos, tratando de brotar a través del furor de la juventud, de las expectativas de vida y la experimentación con sentido (aquello que llamaban psicodelia).

"Not long ago a young boy named Avey and his friend Panda Bear roamed the patch work which covers the land (some call it forest). They were looked upon by Pan and raised by fairies and the Angels of light who play deep within the Wood. 'Let's make the music of childhood,' Avey shouted one day as the two played. Panda thought this idea was a good one. 'I can use my magical Rhythm sticks and you can play your Sun harp,' he said. So the two began to create melodies and Panda brought rhythms from every direction while Avey sang. All of the songs were about wooden toys and invisible friends and filled with the light of the forest. This is the first group of songs they played."


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