miércoles, 9 de septiembre de 2009

Aquella sintonía


Libertad es poder interiorizar, quedarte a solas por instantes, encerrado en tí y abrir los ojos hacia un mundo nuevamente bello, con la actitud filtrada, emocional. Los sentidos calibrados.


A medida que creces debes aceptar que los excesos se dan por la inmadurez y la predisposición, la debilidad mental aleatoriamente desaparece con la juventud.

A medida que creces sabes tu medida, acrecientas el gusto, pero a la vez te enfrentas a los prejuicios enormes de una sociedad fundamentada en arcaicas normas morales, normas basadas en restricción y, una vez más, prejuicios.

Son los ejemplos, por lo que has demostrado, acusan algunos con certeza, y tienen razón, esa azarosa puerta al infierno de la dependencia, depende, de la decisión y fortaleza personal. Nunca, pero nunca juzgues a un hombre por sus errores de la juventud, no los olvides, pero tampoco los tengas presentes.

"El mundo" no es un lugar malo, los malos somos nosotros, y eso "malo" no es necesariamente inútil, es parte del equilibrio.

Libertad es no ocultarte, libertad es saberse responsable. Para ser libres debemos tener al menos la posibilidad de acceder a unas opciones activadas, y legales. O al menos descriminalizadas.

El universo privado, del consumo y lo personal.

Esa es la clave de la tranquilidad, para algunos.

2 comentarios:

Autómata dijo...

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-5516-2009-08-31.html

Autómata dijo...

no quiero ningún premio, es puro spam, no soy español y al parecer ni se ha tomado la molestia de leer el post...

jaja