lunes, 5 de enero de 2009

Las llamas y el nuevo comienzo


Amo la costumbre ecuatoriana (aunque la reconozco nociva) de quemar literalmente el año que concluye, es un ritual básico, una ofrenda a un desconocido dios, primitivo y directo, sanador.


Me fascina saber que con esto se va todo lo malo del año (con los de aserrín) y toda la basura mediática que nos ha invadido (los de madera y papel).

Detonante mental.

Y es imposible mantenerte en blanco, alejarte de las expectativas y planear, y soñar, y desear.

Básico, primitivo, directo y sanador.

Hay planes, hay metas y listo, se retorna a la rutina, al papel, al guión. Y eso es bueno.
Es bueno saber que pasan los años y estás más cerca y más lejos de algunos. Es bueno saber que el tiempo es un cedazo natural. Es bueno saber que que sabes algo.

Empieza un nuevo año, siempre tuve la inquietud de saber como sería el 2009.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tecnomerengue
http://tecnomerengue.blogspot.com/