lunes, 26 de enero de 2009

Cuando no entiendes nada (the world of tomorrow)

De Es Autómata, Somos Autómatas

Uno siempre se proyecta (en ejercicios inútiles) años o décadas al futuro.

Siempre me pregunté: ¿que será de mí en el año 2009?.

Como un casi lector de comics me fascinaba la serie 2099 de Marvel , esa idea un tanto noventera de un mundo ya acabado (o reiniciandose), un prototipo de mundo con seres ya no tan fantásticos, tratando de acoplarse al nuevo orden tratando de sobrevivir contra circunstancias que ni sus poderes (o limitaciones) podían ayudarlos a sobrellevar con éxito. Donde rondaba la idea de que cada cosa tenía un comienzo y un final, y ellos, estaban caminando sobre los últimos días de algo.

Y ese es el sentimiento 2009, más cercano, más real. Donde ronda la idea del fin de una década que poco nos ha dejado, que practicamente pasó rauda e inmisericorde, la década de los astutos, de los vacíos, de las opciones.

Una década que se me antoja primitiva, recicladora, donde como comunidad global de humanos recién nos estamos conociendo, y eso que conocemos de nosotros como raza no es precisamente nada bueno, ni nuevo.

De todos lados provienen ideas de salvación, que no convencen, simplemente son nuevas cadenas energizadas con brillante salvedad, sanación y santidad. Pero al fin y al cabo son eso: cadenas.

Es realmente estúpido saber que por más que intentes acoplarte a un estilo de vida, apegarte a la realidad, a lo viable, a lo útil, a lo necesario para tí y tu familia, de todos modos vas a perder la confianza. Un ejemplo: cuando te deshaces de todo, priorizas y te adaptas a un sistema (ese simple hecho ya es una vestigio de una forma de ser fantasiosa, ese cansino "creerse diferente") donde las actividades secuenciales, esquemas, sistematizaciones y talento en pos de una labor a cambio de dinero puede darte cierta satisfacción (inducida de cierto modo por tus padres y demás etiquetada bajo la asombrosa forma de: ¡satisfacción profesional!) y cuando por fin piensas que lo has logrado, que has conseguido esa dualidad, ese equilibrio, ese modo de vida te das cuenta que no significa nada, adornos inútiles de simple necesidad.

Y, si tu legión de compañeros de trabajo dejan de ser unos capaces y efectivos profesionales para convertirse en una sarta de miedosos (de perder su empleo) ante la mínima mediatización de una crisis monetaria, y tú no sabes si correr o esconderte, o aferrarte a tu postura o contaminarte de ese temor es porque las cosas están mal y eso que estabas probando como estilo de vida no es para tí, ni para los tuyos.

El siguiente paso: la honestización de tu ser. Decir SÍ tengo miedo, y no por tus capacidades (o falencias), sino porque te toca enfrentar algo muy fuerte y cruel, al resto de gente, a quienes poco o nada les interesa todo esto, ya que deben pagar sus casas, sus autos (lo cual está bien), su vida.

No me voy a poner con tonterías del capitalismo vs. el talento ni cosas así, esto es un juego y hay que ver si se lo gana, sólo que es difícil hallar una salida, o una escapatoria cuando todos están corriendo, cuando todas las alarmas (ajenas) están sonando y el tumulto, por el simple hecho de ser tumulto, tiene las de ganar.

Y tú (o yo) (o nosotros) somos esos olvidados héroes con poderes estúpidos tratando de sacarla barata. 

1 comentario:

misarajevo dijo...

lasciva realidad.....sistema destructor de espíritu.
como salir....con la cápsula azul?
pero salimos y qué?

También estoy desorientada....
por q pongo las tildes....si ves ...
..como nos adaptamos a canones¡¡¡
..como nos adaptamos a un trabajo q nos disgusta....