Inocente perversión: Ken Kagami
¿Hasta donde llega el límite de lo que pueda llamarse "arte"?.
Hace un par de años caminaba en Guayaquil por la mitad de la zona que llamo la-zona-dormitorio-de-mendigos (que irónicamente comprende también el sector de farmacias mayoristas y un hospital) y giré por una esquina por la que antes no había pasado (todo estaba muy vacío por ser un poco menos de las 7 am), de repente me topo con el típico bulto y a los lados una decena de hojas sucias y garabateadas, opté por quedarme observando de pie la más alejada del tipo dormido y noté un dibujo extrañísimo con pluma azul, manchas de excremento y lo que parecían ser siluetas de autos esbozadas sobre un retrato de trazos infantiles, y algo escrito: "honorio no fue" (o al menos eso parecía decir), más allá otra hoja con algo así como el logotipo de Frito Lay mal dibujado y otras palabras también en tinta azul.
Cuando iba a tomar ese dibujo del piso las puteadas casi inentendibles del sujeto que se levantaba amenazadoramente me hicieron retroceder un par de pasos pero en seguida noté como desesperado tomaba todos los papeles.
Sí, eran de él; fascinado traté de decirle que me lo regalara, volteándose se cubrió y yo continué mi camino.
Recordé esto porque de igual modo días atrás doblando por las esquinas-dos-punto-cero sentí algo similar al encontrarme el trabajo de Ken Kagami (Tokio 1974).
(Siendo arte todo tipo de expresión humana honesta y fruto de la visión única de cada persona: creo que lo que años atrás dormía en la acera era un artista consumado).
Siempre me ha inquietado y despertado una curiosidad inmensa todo lo proveniente del Japón contemporáneo, ahí convive el verdadero futuro. Asimilan lo "occidental" a su modo, incluso con cierta mirada inocente y nostálgica.
Su cultura está conformada del bucle infinito de retroalimentación desde y hacia su mundo. De igual modo Ken Kagami nos presenta su obra: una mirada bizarra de íconos de barato consumo popular, muñequitos de la tv y de jugueterías de baratijas.
Revisando su obra trato de comprender el mensaje (si es que tiene alguno), procuro descifrar el proceso natural que esputó estas imágenes perturbadoras, sus exposiciones parecen aulas de jardín de infantes de niños posesos luego de quedar indefensos ante la exposición prolongada de televisión, y de televisión japonesa, que es peor (o mejor).
Altamente sexuales, desmitifican y exponen la alta carga erótica de la publicidad y de la vida contemporánea en sí, los objetos y dibujos de Kagami utilizan sus divagaciones y desfiguraciones de personajes icónicos infantiles para mostrar cierta inocencia enfermiza quedando la mirada reprobatoria y morbosa en la mente de cada observador.
Y así hay sido calificada su obra de infantil e inocente, inmoral y grotesca. Esto que nos muestra ¿son signos de una patología?, ¿ganas de llamar la atención? o simplemente es una afición hacia las manualidades y el espítitu de construcción libre que resulta en estos dibujos y piezas escultóricas de plástico que se burlan del mundo amante de Disney y Charlie Brown.
Ken Kagami se inició como estilista, diseñador y decorador inmerso en el mundo de la moda y el espectáculo, de repente dio el giro hacia esto que ha resultado en una serie de exposiciones a nivel mundial, trabajos para firmas importantes y cierto reconocimiento.
Vinculado aún en el showbusiness ha realizado portadas para bandas como Deerhoof usando a su conocido personaje Milkman, una especie de payaso-fantasma apuñalado por frutas (??).
¿De donde proviene su "inspiración"? (entiéndase alimento cultural), responde:
"Niños, sexo, caca, animales...".
Es inevitable comparar su trabajo que raya en la iconoclastia con el de Jeff Koons, con la única diferencia que el matiz de Kagami es la mirada afuereña y distorsionada hacia una mescolanza infame de cultura pop global. El elemento infantil y juguetón combinado con una especie de "accidente visual" generan unas obras intensas que innegablemente producen un choque en el espectador, que seguramente luchará por no sentirse perturbado.
Y lo que a simple vista nos dice Ken Kegami con su obra: estamos tan contaminados que la inocencia se ha corrompido.
Fuentes y vínculos:
Ken Kagami sitio oficial
Krizinger Gallery
Ken Kagami en Meathaus
Entrevista en The Extra Finger
Entrevista en Beefmaster Mag
Otra entrevista a Ken Kagami, tomada de Brask Art Blog
Muy recomendado catálogo de la obra "Hellowein" en pdf
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6 comentarios:
la propuesta naif de kagami (obviamente hablando a nivel estilístico) es comparable al trabajo de una gran artista, también joven y japonesa, Misaki Kawai (http://www.misakikawai.com)
Su propuesta es igual de infantil, pero con intenciones menos oscuras. Mas kindergarden, menos penitenciaría del litoral.
se me escapó una carcajada con tu comentario, jaja la plena que kagami parece que estuvo de paso por la peni, que risa!...
ya estoi revisando a la kawai, estilo similar sólo que no está enferma como ken kagami...
saludos!
buen trip, esos japoneses estan realmente locos, siempre me sorprenden
deerhoof claro! yo sabia que se me hacia conocido!!
estos japoneses están enfermos!
y deerhoof son famosísimos en japón...
maldito spam!
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