viernes, 20 de julio de 2007

Tranquilidad


Hay cosas extremadamente necesarias en la vida, una de ellas es la tranquilidad, (estabilidad, paz, armonía, cualquiera de ellas).

Ayer fue el primer aniversario de la legalización de un sentimiento, de una decisión. Ayer se cumplió un año de mi matrimonio civil, aunque sólo es una firma ante unos individuos y unos cuantos familiares lo más importante es el hecho simbólico de ratificar que no estoi solo nunca más, si dí este paso lo hice definitivamente para toda la vida, nunca obligado, sin miedo.

Cuando cumples cierta edad la gente espera demasiadas cosas, se forman una imagen de tu imagen y olvidan el ser interior que mora dentro; con Carolina (mi esposa) hace más de un año al saber que seríamos padres pensamos en la mayor de las felicidades, en los momentos juntos, en toda la vida por delante que de repente aparecía, no fue un accidente, no fue un descuido, fue el resultado de la pasión que rara vez se manifiesta en su más pura esencia.

Pero el entorno con una vehemencia pocas veces vista intentaba hacernos ver que esa felicidad no existía, que era "cosa de niños" (jaja claro de unos niños profesionales de 24 y 25 años), trataban de acabar con nuestra alegría (llegué a pensar en la envidia) diciéndonos que nos bajáramos de esa nube, de que el matrimonio y la paternidad no eran motivo de estar tan tranquilos y confiados, con esa presión llegando de todas partes empezamos a contaminarnos, pero no tanto; agradezco que los dos teníamos como rasgos característicos cierta arrogancia y empecinamiento, lo que ayudo a mantenernos unidos y con la firme decisión que todo saldría bien.

Hoy nos reímos de todo eso, las palabras no logran expresar la situación dificultosa de ver a las familias con la preocupación extrema de que "una pareja irresponsable" tomara con serenidad "tamaña cosa". Nos vaticinaron malas noches (muy pocas), peleas, discusiones, deudas (lo único en que acertaron), ese "se les acabó la vida" resultó ser la más grande las estupideces dichas por personas supuestamente más experimentadas, maduras y conscientes, el enemigo del ayer atacando con todas sus fuerzas, malditas presiones sociales y convencionalismos, tal vez sus frustraciones manifestadas intentando enganchar nuestro vagón a su locomotora disfuncional. Los entiendo ahora y no guardo resentimientos.

Pues me queda decir que en este último año he sido completamente feliz en mi interior, me he librado de cargas, he crecido, he progresado, y hablo en primera persona aunque me refiero a la unidad que es una familia, la definitiva, la que se puede y debe escoger.

Sólo debo agregar un enorme GRACIAS, al extraño destino, a esa fuerza invisible (¿dios?) que me repetía a cada rato -tranquilo, confiado-, a mi amada esposita, a mi hija, a los parientes de todas clases y a los amigos que quedaron luego de toda esta verdadera revolución en mi vida.


(la foto del inicio corresponde a cualquier tarde de mi actual vida)

3 comentarios:

Carlos Julio dijo...

Felicidades.

Esto es lo que el Dios que buscas dice acerca de las buenas esposas:

Pro 18:22 El que halla esposa halla el bien, Y alcanza la benevolencia de Jehová.

Pro 5:18-19 Sea bendito tu manantial, Y alégrate con la mujer de tu juventud, Como cierva amada y graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, Y en su amor recréate siempre.


Saludos, Carlos Julio

MamaQuil dijo...

Que lindo post!! Casi lloro! Y que sana envidia, xq no hay mucha gente que pueda decir con toda sinceridad, SOY FELIZ.. nop nop.

Autómata dijo...

Saludos a todos, disculpas por la tardía respuesta a sus comentarios,

Carlos Julio: pues sí, si es así yo he alcanzado su benevolencia, y lo veo reflejado en mi vida, hay quienes dicen que quienes encuentran la paz han encontrado a dios.

e: que pena que pocos puedan decir que son felices, yo creo que muchos si lo son pero prefieren meterse en el papel de la infelicidad por desconocidas razones, que bueno que te haya gustado el post, saludos.