martes, 4 de marzo de 2008

Natural


Si lo natural vendría a ser lo contrario a lo "normal", entonces este mundo está perdido.

Días de lluvia que directamente nos transportan a recuerdos, y es ahí cuando uno se detesta. Estancado en el pasado: jamás. Es la fobia a revivir, talvez. Es muy difícil crecer, sobre todo cuando ya estás grande y la piel se ha vuelto tan flexible que adormece, arrulla, preocupa, malgasta el tiempo.


Me sueño de niño con ojos inmensos (como los de mi hija) siendo testigo de todo lo que ha ocurrido en mi familia, en la familia de mi familia y sus familias. Y esa palabra se me hace tan importante FAMILIA, ahora no puedo fallar, no puedo darme tiempo al fracaso, no hay que desviarse, hay que priorizar, ajustar el enfoque y avanzar. Avanzar, ¿pero hacia donde?, inevitablemente lo primero que se me viene a la mente es no repetir los errores ajenos, y vaya que los hay.

Proviniendo de un núcleo que hizo de todo para funcionar correctamente, lo que más me presiona es mantener el impulso necesario para no mirar atrás, no mirar los escombros; pero eso también me hace sentir mal, es como escapar.

Pienso en las casas en las que he vivido, pienso en las cosas que han cambiado, pienso en mis hermanos de los que me siento tan lejano (brecha generacional le dicen) y pienso en las veces en las que no supe que tuve la razón. Sí sólo me hubieran escuchado, nadie te escucha cuando tienes menos de 20 años, nadie te escucha cuando lo que tienes que decir lastima. Hoy nada de eso importa, se han rendido.

Y todo eso se activa ahora más frecuentemente, pienso en la oscuridad, como fue apareciendo en los ojos de mi abuelo como una maldición, son los años dicen. Ahora todos sus libros estarán atrapados sin que sean vueltos a recorrer por su dueño, cruel destino. Pero él en las casi tinieblas los sigue limpiando, motivado por los discos viejos y su sonido crujiente. La última vez que estuve junto a él no me vio llorar, pero lo supo. Dios bendiga a la música, que mantiene vivo el escenario que necesita para sus días. Pero estos no son sus días.

Pienso nuevamente en la lluvia, en evitar mojarme, en evitar las gotas. y eso fastidia. Todo fastidia.

Mi refugio es mi casa, y me fastidia también sacudirme el polvo dentro de ahí, no quiero contaminar lo único bello que me pertenece, por méritos.


Todo está lleno de desperdicios, no hay plegarias ni lecturas que los salven a todos, eso lo he intuido siempre, si tu corazón nació bueno o malo no interesa, mientras sea natural.


Explota ya de una vez, la luz siempre vendrá del interior y del interior del interior si es necesario.

Es necesario.

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