Algo de qué agarrarse:

Ando enganchado con esto de las décadas, inicios y finales, definitivamente.

A esta década la he visto así: un bloque estático, transparente y poroso alrededor del cual se mueve un túnel inexacto que por cada avance da dos retrocesos, pero avanza. Va, vamos con él, con el bloque, dentro.

Al entorno se lo siente en onda retrospectiva, analítica, triste, como si el mañana fuera una vaina que ya la vivimos, y no nos gustó.

Ese es el sentimiento del que hay que escapar, del que tengo que salvar a los míos.

Every one has got the fear
It´s holding on

¿Ya saben de que va esto no?.

El apocalipsis en metales, ondas de radio y frecuencias, la conjunción de toda la locura, diversión y horror atrás/adelante y fuera del bloque en una esquizofrénica canción devenida en himno, uno de verdad.

Revisando la memoria, he decidido elevar a Mejor Disco de la Década a este Kid A de Radiohead que tantos daños hizo a inicios de los dosmiles, con todo lo que esto implica.

Las razones (a muy personal criterio), a continuación:

- La última obra de arte musical concebida (y lograda efectivamente) como tal.
- La última verdadera experimentación (vía mainstream) a la que los medios nos permitieron apreciar.
- Lo de la "revolución In Rainbows" es mentira: Kid A fue filtrado vía Napster por la propia banda, en el año 2000 de "nuestra era" y fue record en ventas en su primera semana.
- Como toda obra de arte es atemporal, tanto en su contenido como en los gestos estéticos o tecnológicos.
- Contiene, de igual modo que toda la corriente musical indie/mainstream actual, rasgos del pasado proyectados al futuro, sólo que con alcance infinito (los ochentas siguen apestando).
- Pese a su abstracción contiene las mejores letras de esta década.
- Abrió el camino sónico que hoy en día es habitual: guitarras ultrafiltradas, instumentos vintage, música electrónica concreta dentro de canciones pop, inclusión de apoteósicas secciones de vientos, uso de la voz sintetizada como un instrumento más.
- Porque tiene las mejores canciones de todos los tiempos: How to disappear completely, Optimistic y National Anthem.

Con Kid A, nuestra banda favorita dejaba atrás definitivamente a los 90´s, era lo que necesitaba el mundo (el musical y el de verdad), una nueva forma de deprimirse pero a la vez de sentirte aliviado, mientras, plantaba la semilla para el quiebre que tendría el sonido de este nuevo milenio.

Escuchar el Kid A hoy, no es un ejercicio de innecesaria nostalgia, es filtrarte el "gusto" y recordar cómo debemos acceder a un álbum o canción.

En la nube en la que el mundo flota hoy, necesitamos una pequeña pausa, detenernos a degustar cada detalle es necesario para forjar el criterio y lograr reconocer lo poco bueno que nos ha dado esta contemporaneidad descarada. Y ojo, soy de los que aborrece tener una postal de mi pasado.

En el mundo de hoy, no sé si regocijarme de seguir cantando: I'm not here, this isn't happening.