Y nos hacemos típicos...
... and a happy new yeeaaar..
Pues con mucha pereza inicio este 2008 laboral (recién hoy) y la verdad a medida que pasa el tiempo uno se siente más en confianza con uno mismo. Este fin de año, luego de cumplir con la santa navidad, contra todo pronóstico la pasé de una manera muy sencilla pero que superó a los últimos y monótonos finesdeaño anteriores: acá en Manta, cenando a las 9 pm, y ofrendando $6 al San Año Viejo para no perder la costumbre.
Lo más bacán de todo esto fue el ambiente íntimo y relajado que logras cuando lo único a lo que le diste importancia en el día fue al abastecimiento de cantidades moderadas de bebidas alcoholicas de calidad y a nada más. Sólo pasarla bien al lado de la persona que amas, nada de camisas manga larga ni peinados, nada de formalidades, nada de protocolos; buena música, excelente compañía y la celebración fue perfecta. Ah, y otro regocijo más, notar que mi pequeña hija no se asusta con el fuego, ni con las camaretas, ni con el mar. El orgullo paterno crece absurdamente con estos pequeños detalles. Un fin de año familiar y playero con champán, smirnofff y coronas. Vaya ahí.
Lo más extraño de todo es que todo ese ímpetu (que luego noté impostado) por ir a la ciudad desapareció, luego de cumplir con las familias y abastecernos de ciertas cosas que acá en Manta no hay, literalmente huimos hacia nuestra casa, el calor guayaquileño (no confundir con calidez) y la navideña gente nos espantaron.
Hasta el teléfono celular funcionó apropiadamente a la media noche para contactarse con familias y panas en Montañita, Olón, Manglaralto, Quito y Guayaquil y en fin, ahora toca "normalizarse" y asumir con alegría que hay que volver a trabajar, y trabajar.
Si no fuera por la lluvia, nunca notaríamos que acumulamos tierra en los techos.
2 comentarios:
Un excelent 2008 compadre.
Smirnoff con naranja y harto hielo, que rico carajo, me dió ganas!
Bendiciones Eduardo.
Carlos Julio
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