Los diseñadores gráficos somos una plaga incontrolable
Era el año 1998 (tenía 16 años) y mi madre me pregunta si ya había decidido que estudiar en la universidad; estaba cursando el último año en una nefasta institución llamada "Colegio de Bellas Artes Juan José Plaza" en la ciudad de Guayaquil (lo de nefasto prometo aclararlo en otro post).
Pues claro que sí respondí: quiero ser DISEÑADOR GRÁFICO. Mi madre puso una cara de -obvio, es lo que siempre te ha gustado...-, por varios días recorrimos y revisamos propuestas universitarias equilibradas entre nuestro presupuesto y calidad educativa, no fue difícil la decisión y fui a parar a la ESPOL, prometía tradición académica, prestigio y excelencia (ja!).
Emocionados recopilamos los documentos necesarios, certificados, cédulas y como buen casi-graduado me dirigí solo a realizar el trámite respectivo, ya en la fila de la secretaría dispuesto a pagar el denominado prepolitécnico apareció mi primera preocupación: una volante con un diseño pésimo rematada por una frase que debí tomarla por advertencia o revelación: "Lento pero seguro" y una tortuga de mascota.
Lo que vino después fue lo típico, no tan complicado en cuanto a los estudios, el reto era sobrevivir sin enloquecer ante la burocracia extrema y la muchachada loca y divertida. Aprendimos lo necesario en cuanto a color, formas, software, diagramación, detalles técnicos y demás, pero algo estaba ocurriendo, los pasillos estaban demasiado llenos, la exigencia había disminuido, los precios subían, la carrera se estaba masificando.
Al graduarme vino lo peor, el mercado estaba saturado; decenas de institutos, centros de estudio, academias y demás lanzaban a las calles legiones de diseñadores en menos de 3 años (hoy en meses), buscaban un trabajo, sacaron provecho de la situación las imprentas y agencias de publicidad, luego vendrían los canales de televisión (en este grupo caí yo) que abrían sus puertas sin contratos de por medio, con horarios sin-horario, mientras se establecía una tergiversada idea de la labor del diseñador (que la asumía con valentía e inocencia) el sacrificio, entrega, madrugadas, explotaciones sin nombre y necesidad, eran parte una emoción estúpida que siempre rechacé, la cual motivó que año a año cambiara de trabajo en busca de mejor sueldo y condiciones, me negaba a vender mi tiempo personal (entiéndase horas no laborables), pero ese era el macabro plan: la rotación constante de gente desesperada por un puesto y algo de dinero.
Decidí salirme del círculo vicioso, estaba harto de sueldos atrasados, ausencia de fines de semana libres, explotación (salía del trabajo pasadas las 9 pm en el mejor de los casos), mientras veía como coleguitas hacían de eso su modo de sustento, armaban sus vidas en los trabajos donde encontraban amistades y amor.
En mi familia pocos me apoyaban, tías y tíos decían que al comienzo es así, que se inicia desde abajo, que hay que soportar ciertas cosas por la estabilidad laboral, que cambiando de trabajo a cada rato no iba a llegar a ningún lado, no me interesó.
Con algo de dinero (no ahorrado, eran sueldos atrasados) me uní con unos amigos que ya disponían de una oficina y me embarqué en proyectos personales; unos cuantos clientes, estafas, subvaloración, competencia desleal de docucentros, prostidiseñadores, artesanos de imprentas, usuarios mediocres de software y cientos de agencias que regalan su trabajo convirtieron al mercado en un mundillo incompetente y así seguimos hoy, por suerte aún hay personas con talento (entre los que obviamente me incluyo) que tuvieron el valor de evitar en ciertos aspectos ser parte de esa miseria de vida, que supieron decir ahí nos vemos a trabajos sin futuro sabiendo que los frutos algún día se los vería. Ha sido difícil pero hoy no me quejo ya.
El día viernes 27 de Abril se celebró (supuestamente) el Día Mundial del Diseñador Gráfico, yo sé (porque lo he vivido) que es complicado, el mérito está en evitar caer en el sistema abusador lleno de artesanos, ofertar el talento y profesionalismo, tratar de educar al cliente que no siempre tiene la razón, innovar, autoeducarse, actualizarse, son virtudes que no hay que evitar, yo se que detrás de cada uno de nosotros hubo un sueño de color, formas y ansias de ser un buen profesional, por favor señores diseñadores no regalen su trabajo, no caigan en el quemeimportismo, no cedan ante los abusos; en una cadena de correos se hablaba de crear un Colegio de Diseñadores como organismo regulador, es necesario, pero se puede empezar por códigos éticos personales, panita diseñador si vas y cobras 20 dólares por una imagen corporativa sin un fundamento, estudio, proceso y desarrollo estas jodiendo a cientos sino miles que si tienen algo por ofrecer, aunque también el problema está en los clientes que nos les interesa que sus marcas no comuniquen nada con tal de ahorrarse unos cuantos dólares, y aquí entonces vendría la cuestión cultural, la idiosincrasia de compradores de la bahía, el regateo y lo absurdo, felíz día.
Pues claro que sí respondí: quiero ser DISEÑADOR GRÁFICO. Mi madre puso una cara de -obvio, es lo que siempre te ha gustado...-, por varios días recorrimos y revisamos propuestas universitarias equilibradas entre nuestro presupuesto y calidad educativa, no fue difícil la decisión y fui a parar a la ESPOL, prometía tradición académica, prestigio y excelencia (ja!).
Emocionados recopilamos los documentos necesarios, certificados, cédulas y como buen casi-graduado me dirigí solo a realizar el trámite respectivo, ya en la fila de la secretaría dispuesto a pagar el denominado prepolitécnico apareció mi primera preocupación: una volante con un diseño pésimo rematada por una frase que debí tomarla por advertencia o revelación: "Lento pero seguro" y una tortuga de mascota.
Lo que vino después fue lo típico, no tan complicado en cuanto a los estudios, el reto era sobrevivir sin enloquecer ante la burocracia extrema y la muchachada loca y divertida. Aprendimos lo necesario en cuanto a color, formas, software, diagramación, detalles técnicos y demás, pero algo estaba ocurriendo, los pasillos estaban demasiado llenos, la exigencia había disminuido, los precios subían, la carrera se estaba masificando.
Al graduarme vino lo peor, el mercado estaba saturado; decenas de institutos, centros de estudio, academias y demás lanzaban a las calles legiones de diseñadores en menos de 3 años (hoy en meses), buscaban un trabajo, sacaron provecho de la situación las imprentas y agencias de publicidad, luego vendrían los canales de televisión (en este grupo caí yo) que abrían sus puertas sin contratos de por medio, con horarios sin-horario, mientras se establecía una tergiversada idea de la labor del diseñador (que la asumía con valentía e inocencia) el sacrificio, entrega, madrugadas, explotaciones sin nombre y necesidad, eran parte una emoción estúpida que siempre rechacé, la cual motivó que año a año cambiara de trabajo en busca de mejor sueldo y condiciones, me negaba a vender mi tiempo personal (entiéndase horas no laborables), pero ese era el macabro plan: la rotación constante de gente desesperada por un puesto y algo de dinero.
Decidí salirme del círculo vicioso, estaba harto de sueldos atrasados, ausencia de fines de semana libres, explotación (salía del trabajo pasadas las 9 pm en el mejor de los casos), mientras veía como coleguitas hacían de eso su modo de sustento, armaban sus vidas en los trabajos donde encontraban amistades y amor.
En mi familia pocos me apoyaban, tías y tíos decían que al comienzo es así, que se inicia desde abajo, que hay que soportar ciertas cosas por la estabilidad laboral, que cambiando de trabajo a cada rato no iba a llegar a ningún lado, no me interesó.
Con algo de dinero (no ahorrado, eran sueldos atrasados) me uní con unos amigos que ya disponían de una oficina y me embarqué en proyectos personales; unos cuantos clientes, estafas, subvaloración, competencia desleal de docucentros, prostidiseñadores, artesanos de imprentas, usuarios mediocres de software y cientos de agencias que regalan su trabajo convirtieron al mercado en un mundillo incompetente y así seguimos hoy, por suerte aún hay personas con talento (entre los que obviamente me incluyo) que tuvieron el valor de evitar en ciertos aspectos ser parte de esa miseria de vida, que supieron decir ahí nos vemos a trabajos sin futuro sabiendo que los frutos algún día se los vería. Ha sido difícil pero hoy no me quejo ya.
El día viernes 27 de Abril se celebró (supuestamente) el Día Mundial del Diseñador Gráfico, yo sé (porque lo he vivido) que es complicado, el mérito está en evitar caer en el sistema abusador lleno de artesanos, ofertar el talento y profesionalismo, tratar de educar al cliente que no siempre tiene la razón, innovar, autoeducarse, actualizarse, son virtudes que no hay que evitar, yo se que detrás de cada uno de nosotros hubo un sueño de color, formas y ansias de ser un buen profesional, por favor señores diseñadores no regalen su trabajo, no caigan en el quemeimportismo, no cedan ante los abusos; en una cadena de correos se hablaba de crear un Colegio de Diseñadores como organismo regulador, es necesario, pero se puede empezar por códigos éticos personales, panita diseñador si vas y cobras 20 dólares por una imagen corporativa sin un fundamento, estudio, proceso y desarrollo estas jodiendo a cientos sino miles que si tienen algo por ofrecer, aunque también el problema está en los clientes que nos les interesa que sus marcas no comuniquen nada con tal de ahorrarse unos cuantos dólares, y aquí entonces vendría la cuestión cultural, la idiosincrasia de compradores de la bahía, el regateo y lo absurdo, felíz día.
7 comentarios:
Y bueno, lo que tú dices es una constante también en la publicidad, puticistas sería el término en vez de publicistas. Yo aspiro algún día dejar de esclavizarme y hacer lo que quiero. No pido mucho: un bar bien puesto, con buen jazz y blues (la música la tengo a borbotones, suficientes como para no repetir música en unos 2 años) y una casa en la playa (el terrenito lo tengo, en Manglaralto, cerca de Montañita, pero con el calentamiento global a lo mejor se me lo come el mar, así que esa fantasía sería a lo mejor ya no en Manglaralto, sino en Montalvo, prov. de Los Ríos si es que el mar sube). Eso es todo: música y compañía, mar y cielo y más música. Ojalá se pueda (con un par de años más trabajando, término de la universidad para echarles el diploma en la cara a mis familiares y el préstamo quirografario de 10 lucas q ojalá espero me aprueben en el IESS porque en este país pedir crédito en un banco es imposible). Esa es!
Saludos,
Jorge O.
lo del bar, pues tienes competencia ya, tambien es mi sueño mi propio sitio con espacio para expos, lanzamientos, musica en vivo, ruedas de prensa, conferencias y un cafecito, buena música y los broders, yo realmente si trabajo es solamente por el dinero, no considero que los triunfos profesionales me marquen la vida, ahora cuando mis ingresos sean por mis ilustraciones o productos ahí si que seré feliz....saludos
Para "buseta de papel" En la epoca de mi vieja, en olon se, le llevo el mar la casa, tal vez ahora ya toque que se lleve el mar la poca costa que queda. POr joder.....
Es igual que los sueños que tiene, se los lleva el agua.... (si, si valgo verga, pero tambien yo estoy sometido a la ola) Ojala no se molesten.
Suerte, que sabemos que gente con ganas como casi todos los ecuatorianos, vamos a tener esas oportunidad......
loco te felicito de verdad es el hecho de que ya muchos que estamos hartos de que cada dia ver la publicidad basura de las calles, que estan llenos dibujos dictados segun lo que el cliente cree que es "bonito" pero lo que pasa es que no es comunicativo solo son un poco de formas y colores llevados hacia la nada espero que todos tomemos conciencia de eso ya que ser diseñador ahora es sinonimo de saber usar photoshop e illustrator
chequelete
chequeletewill@hotmail
exacto! por los diseñadores artesanales que solo manejan los programas y encima hasta regalan las impresiones (o el diseño) esta el negocio como está, ahora resta innovar, encontrar clientes idóneos y dispuestos y ver la jugada....saludos a todos y gracias por comentar
yo les voy a decir la verdad, el dia que que se pueda agarrar una metralleta y sea permitido matar, ese dia , los primeros en mi lista son los diseñadores graficos mediocres que solo manejan photoshop para arreglar las fotitos de la matine o de la boda de la hija de don lucho,,,, edy automata me conoce muy bien y ya desde hace 5 años que estoy con lo mismo cuando tuve mi primer bajo de compensacion monetaria ,cuando empeza a trabajar de diseñador, crativo en una empresa de mierdaaaaaaaaaaaaaaaaa,,,,,, y desde ese dia jure vengarme de los clientes mediocres y de los diseñadores ,, desgraciadamente el paso del tiempo me ha hecho olvidar y superar pero gracias a ti eduardo , a este post me acorde de todo,,, y aunque ya no tengo muchos motivos y aunque me falta medio año para terminar la carrera de diseñador grafico la deje por que me tiene hartooooo,, toda esta gentusa de mierda que son de las multinacionales crueles y sin rostro que para pagar alguien que se haga cargo de sus piezas graficas, ahi si apretan el ñoco como putas con remordimiento malditos seannn ,, malditos sean,,
yo vine a buenos aires con la esperanza de poder cambiar de ambiente ya que en ecuador se hablaba mucho acerca de la industria publicitaria ,, pues dejenme decirles una cosa aca vale mas verga que en ecuador,, los argentinos son unos chaburetes de mierdaaaaaaaaa,,,,,rollingas turrisimosssss , peloteros de pelota de plastico,, en fin deje aun lado la profecion no quiero saber mas y me dedique al periodismo espero que con mis palabras si es que no me dan dinero espero matar a alguien con mi pluma o mi pc...
mil perdones a los que leen este comentario y al posteador que no tienen nada que ver.....
de hecho espero pensar que esto vertido sea algo ficticioo parcialmente olvidado algun dia...
buen post automata.. la carrera de verdad que está en crisis. saludos desde quito!
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