martes, 17 de abril de 2007

La barra de chocolate derretida en mi bolsillo.

Cuando era niño me fascinaban las películas que me mostraban el futuro (ahora casi no me sorprenden), tengo un recuerdo marcado cuando una vez caminando de la mano de mi mamá por la Av. 9 de Octubre (en Guayaquil por supuesto) al pasar frente a la Casa de la Cultura nos detuvimos ante la cartelera del "Cine Foro" (no se si se mantiene pero era un espacio donde luego de ver la película se la comentaba, osea un foro) el póster me llamó mucho la atención, mostraba una estación espacial flotando en un bello universo azul y negro, la película: 2001 Odisea en el Espacio.

Me preguntó con la mirada si quería entrar, pero por alguna extraña razón (mi nueva muletilla según mi esposa) estaba detenido y absorto mirando ese detalle ilustrado de una realidad tan lejana, todo es más grande e inalcanzable cuando eres niño, y las fotos casi nunca me han gustado, así que ese póster incendió mi curiosidad.

Recuerdo a mi madre conversando con un sujeto sobre mi edad (7 u 8 años creo porque mis hermanos aún no nacían) y que ella como adulto estaría ahí, enseguida, asumo que con las entradas compradas (la película ya casi empezaba), buscábamos en los portales un caramelero (de esos que tienen sus productos en bandejas celestes de madera colgando) al que le compramos varias cosas que recuerdo con detalle: Manicrís para mi mamá, unas galletas Daisy (que fueron a parar a la cartera) y dos pequeñas cajitas amarillas de chiclets;con los productos escondidos a buen recaudo, a último momento motivado por unas monedas sonando en el bolsillo me solté de la mano de mamá para comprar un Manicho, regresé corriendo y mientras subíamos las escaleras rápidamente la visión espiral y fría acentuaba mi excitación, agitado noté al entrar a la sala que había un tipo hablando sobre la obra maestra que veríamos, detalles del director (no recuerdo nada de aquello) ya que en mi mente un número alimentaba mi imaginación, 2001, 2001, 2001... cabe decir que era la primera vez que iba al cine.


Transcurridos pocos minutos estaba hipnotizado, la música me provocaba una especie de miedo que me causaba placer, no se qué cara tenía pero mi mamá me tomó de la mano y besó mi mejilla, no había nada que explicar la sucesión de imágenes me habían trasladado a ese futuro (o acaso pasado) a un verdadero viaje por el espacio. Yo estaba parado ahí junto a los monos observando el monolito, ¿que podría significar aquello?, no pregunté.

De repente el sujeto del comienzo de la película estaba de nuevo ahí delante hablando, que la había decidido dividir por la mitad para "explicar" el concepto y visión del artista (esto de aquí lo imagino, pero seguramente fue así, siempre hay un gil que se cree entendedor), mientras yo seguía digiriendo lo visto, las imágenes seguían en mi cabeza, -¿te gusta la película?- me preguntó mi mamá, y yo sonreí mientras observaba cómplice como abría las golosinas procurando no hacer ruido con la envoltura. La gente haciendo preguntas, el sujeto respondiendo, nosotros comiendo y conversando, - ya es tarde, ¿te quieres ir?- mientras con la cabeza negaba las luces nuevamente se apagaban y la película (por fin) nuevamente empezaba.


Al salir del cine ya era tarde, aunque vivíamos relativamente cerca para llegar caminando, nos subimos a un taxi, la noche guayaquileña ya no lucía igual, nada se vería igual para mí nunca más, trataba de imaginar como luciría la ciudad en el 2001, en el futuro influenciado por las caricaturas, revistas, libros de cuentos y aquella película tan extraña, -mami, no entendí nada pero estuvo bonita...- mi madre sonrió y alborotó mi cabello, afuera estaba lloviendo, a través de la ventana las luces y la gente se veía pincelada por las gotas sobre el vidrio.

Los edificios no eran muy grandes por aquella época (es más aún no lo son) pero yo ya los imaginaba imponentes, modernos, carros flotando, naves espaciales despegando, computadoras gigantes conspirando contra nosotros, al llegar a casa saludé a mis abuelos y emocionado no paraba de contar lo visto, corriendo y aún animado fuí a mi cuarto a jugar, a intentar recrear la película, a reinventarla con plastilina y mi volqueta de piezas de juguetes (parte muy importante de mi niñez, en estas ocasiones eran mis preferidos por sobre los nuevos), a partir de ahí tengo muchos recuerdos muy claros de numerosos sucesos en mi vida.


Hoy Kubrick es el culpable de muchas de mis frustraciones al llegar a este 2007 sin ver nada de lo que de niño imaginé, ¿han notado que hace algún tiempo no hay películas futuristas que transmitan cosas nuevas?, ahora todo es tan real e inmediato, me niego a aceptar esto como mi realidad (nuestra realidad), si aquella película me mostró El Amanecer del Hombre, hoy las noticias hablan de un atardecer cada vez más oscuro hacia una inminente noche.
De niño conservo una postura cuando estoi en pausa u observando: las manos en los bolsillos, que aún quisieran encontrar un chocolate derretido. Ojalá logremos vencer a la maquinaria autómata que día a día nos domina y engaña.

Fotos tomadas de Mptv

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4 comentarios:

Unknown dijo...

Me has hecho sacer una sonrisa l ver mi pelicula favorita de la tierra...

Autómata dijo...

Pues esa película, Blade Runner, El Planeta de los Simios, el capitán futuro y demás han forjado algunas generaciones de personas, adultos hoy que ven con un poco de fantasía la vida, mi mamá sin saberlo quizás propició algo muy importante que se vería luego reflejado, que ganas de ver la película de nuevo y comer un chocolate (Rodrigo hijo de puta te me llevaste el dvd a Argentina!)

Anónimo dijo...

definitivamente el planeta de los simios es una de mis peliculas favoritas de todas,,y recuerdo haber tenido sensaciones parecidas a las que tuvistes en esa epoca las cuales me abrieron un mundo de querer saber mas e investigar, ¿por que no ser el clasico niño de samborondon pelotero y malcriado que en su crecimiento opto por ser puñetero, infiel y perturbadamente prepotente?
bueno le doy gracias a este tipo de peliculas y medios graficos a los que en su epoca me eran muy dificil tener acceso pero valia la pena , recuerdo con edy autòmata hacer excursiones practicamente al culo del diablo solo para conseguir una pelicula o un cd de algun grupo underground que tal vez nunca ibamos a ver en alguna tienda de discos los (mp3 ni siquieran existian para nosotros).....si es verdad todos empezamos como posers pero gracias a dios uno lo supera y establese su identidad con indefinidos y pequeños cambios mientras uno sigue creciendo...... ,, Me acuerdo que con edy eramos punkeros pelo parado cadena con muñequito y escuchabamos solo mxpx, reel big fish , nofx, no use for a name y de todo un poco.. luego a mi me dejo de gustar solo mxpx y sigo con los mismos grupos hasta la actualidad por otro lado edy se hizo mas tripeado con frank acompañandolo ...
en fin no se que tiene que ver esto pero igual el punto es que recuerdo que hasta hace unos 5 o 6 años no habia acceso a internet solo por cybers carisimos o por telefono y no se que es peor internet por telefono o que venga el diablo a condenarte de por vida al infierno mientras unos travestis asquerosos te pinchan los huevos...yo creo que a de ser mas comestible lo segundo..maldita sea las coorporaciones multinacionales que te dan servicios de mierda como lo es el internet... en fin no se que tiene que ver esto tampoco.. pero me acuerdo tan bien con edy que resabamos acerca de la programacion de cable para ver si daban una pelicula buena.... gracias a nuestros desvelos inexaustibles pudimos ver muchas peliculas buenas que solo pasaban a esa hora,, nuestros padres pensaban que solo veiamos noches de climax, claro yo los veia cuando estaba solo ,,,,pero ver porno con un hombre alado tuyo es realmente patetico por eso optabamos por ver cartoon network , peliculas, o mtv 120 minutos que pasaban desde el buen punk hasta el mejor de los grupos indie..

Autómata dijo...

...y así descubrimos el Show de Jools Holland, y demás películas increíbles... ahora todo es más fácil.... jajaja y pasé de los pelos parados y cadenas oxidadas amarradas al pantalón a un afro y ahora a un traje ejecutivo jajaja.... que lámpara...