
Tengo un dilema moral con eso de ser empírico en muchas cosas de la vida, no por decisión propia ni por falta de recursos, sino por los inesperados arranques de -vamos a llamarlo así- ganas que nos sorprenden intentando lograr, muchas veces con éxito, ciertas tareas sin el factor académico que sus buenas prácticas exige.
Pero ¿y si tengo ganas de escribir una canción?, bueno desde la escuelita nos enseñaron a escribir, luego en el colegio algo nos dijeron sobre la métrica, estrofas, o sobre coros, puentes, en fin, tan empírico no seré, y me vienen a la mente los conocidos que se enorgullecen de ignorar unas cuantas cosas (osea ser expertos), y que ahora solo tienen oídos de Nigel Godrich para escuchar a la gente; prefiero callar, o aislarme, no quiero que en esas mentes perversas la posición de mi voz en el espacio pese más que lo poco que no pueda decir.
Mientras estoi conectado a mi ventana-computador me pongo a revisar al Itunes a ver que depara, canciones aburridas, -esto es muy denso, ya escuche esto en la mañana, ¿como puede ser posible que no tenga aquí ese disco?- digo mientras tengo ganas de oír algo en español, y el destino se me ríe poniendo algo de Café Tacuba, Dj Shuffle ha hecho una vez más de las suyas, y un concepto se aparece again por estos lares de la razón ociosa.
Creo en la inspiración casi tanto como creo en dios. Ni siquiera creo tanto en mí, sobre todo cuando la gente, o bueno, la gente que me importa no me cree, ok oficial, haga su trabajo, arreste mi alma, he cometido crímenes karmáticos. Pero me río.
Quisiera escribir una bonita, sencilla, pegajosa y básica canción pop sobre la sensación de pérdida al ver casi 2 libras de mi cabello dispersos en el piso luego de una intervención (muy buena por cierto) casera. Tampoco creo en los peluqueros. Podría escribir lo que quisiera.
Y es fácil, podría ser algo así: hoy comprendí, que la vida es muy triste, mejor imposible. ¡Aprende a olvidar! nunca perdonar. Y no olvides, ponerte un terno, el mundo es eterno, la peor depresión es sentirse mejor. -Volar, eso siempre funciona-: algunos intentan, otros ni siquiera y son tan felices. Quisiera volar. Cantar de emociones, vivir sin razones. Sencillas palabras, que deben rimar. Así todo fácil, no hay pretensiones y disfruto lo bueno, ya quiero escapar. Aaaahh aaahh aaarr, ayer comprendí, que la vida es sencilla, sólo hay evitar lastimar.
NO creo que publique esto. ¿O sí?
Si te dan ganas de escribir canciones, pues hazlo, el mundo sigue siendo un lugar muy competitivo donda hay cabida para todos, ¿no?. De ahí que el resultado sea óptimo es otro asunto, donde ni el ego, ni la divina inspiración inciden.