viernes, 27 de febrero de 2009

Voy - Vamos


Hay algo de masoquista en disfrutar el cansancio. Hay algo de masoquista en invertir el tiempo (el valioso tiempo libre) más allá de la familia en proyectos/aventuras que solo dejarán gastos, deudas, pero mucha satisfacción personal.


Y nadie intuyó, que sería en estos trajines de la vida donde se manifestaría la ya necesidad de estar más cerca de la ciudad. Dejó de ser necesario, novedoso, llevable, la vida en el apacible puerto de Manta, donde, NO PASA NADA.

Ha terminado un ciclo definitivamente, y el problema radica en que el siguiente paso que aparece en mi mente es algo muy arriesgado, que podría poner en peligro la estabilidad de mi familia, y es en estos terrenos donde reina la cautela, y la ansiedad, y la incertidumbre.

Esto es: la independencia laboral y crear una mini empresa.

¿Porque comparto esto aquí?, pues bueno, espero que más allá de los buenos deseos (en caso de haberlos) quisiera al menos tener un par de comentarios de personas que se hayan arriesgado a esto y lo hayan logrado, tan solo: -estás  loco el trabajo corporativo asalariado es lo mejor del mundo-, o - no hay nada como ser independiente, ganas más plata y eres más feliz-.

Son estupideces, porque esas respuestas las tengo en mi interior luchando por convertirse en realidades ganadoras que definan el actuar, incluso hay una estrategia.

Así que vamos: joven diseñador brinda servicios integrales de diseño gráfico, manejo de imagen corporativa, desarrollo de marcas y productos, dirección de arte en proyectos culturales, ilustración manual y digital, producción/postproducción de videos, con rango de acción desde lo estrictamente formal hasta el campo un poco más "arty" ligado a lo musical.

Algo ha empezado a rodar.